Cocido castellano

¿Hay algún olor que te evoque algún recuerdo o momento vivido? En el caso del cocido, la respuesta suele ser unánime: a las reuniones familiares. Cierra los ojos, imagínate en casa, el olor a cocido que llega a cada rincón, oír durante horas el chup chup de la olla… esos momentos te recuerdan al hogar, a la familia…Y qué mejor excusa para reunir a los tuyos que invitarlos a casa a degustar un buen cocido castellano. Si eres de los que en invierno quieres comidas en casa y estás buscando cualquier momento para volver a reunir a los tuyos, organiza una quedada cuchara en mano, en pleno invierno nadie te dirá que no y es que un cocido en su punto, es un plato tradicional que gusta a todo el mundo.

Aunque se desconoce su origen exacto, el cocido castellano es una receta que ha permanecido en el tiempo. Con el paso de los años, se han realizado variedades de este plato, por lo que en la actualidad existen muchos tipos de cocido con la misma tradición. En cada casa hacen sus diferentes versiones del cocido, según en qué zona geográfica de España te encuentres. Pero, a fin de cuentas, el cocido es sin duda una de las recetas más conocidas y representativas de la gastronomía española.

La forma de servirlo es también peculiar. Se sirve en los tradicionalmente llamados “vuelcos”; es decir, presentando por separado los ingredientes ya cocidos en tres servicios:

  • el primero contiene el caldo resultante de la cocción de todos los ingredientes.
  • el segundo los garbanzos junto con las verduras y patatas.
  • el tercero, las carnes.

Receta de Cocido castellano

  • 240 min
  • Dificultad baja
  • 4 comensales

Ingredientes

400 g de garbanzos blanco lechoso

300 g de carne de morcillo para guisar

¼ trasero de pollo o gallina

100 g de tocino (blanco o entreverado)

1 hueso de jamón

1 hueso de ternera

1 morcilla de cebolla (100 g)

1 chorizo fresco (100 g)

1 patata grande

3 zanahorias

3 nabos

1 cebolla

½ repollo

150 g de fideos finos

Bicarbonato

Sal

Para el acompañamiento de repollo:

½ repollo

2 dientes de ajo

1 cucharadita de pimentón

1 cucharada de aceite de oliva

Elaboración

1
Poner los garbanzos a remojo en la víspera con una cucharada de sal gorda y una pizca de bicarbonato.
2
Escurrir los garbanzos y colocarlos en una bolsa de red dentro de una olla grande, poner el morcillo, el cuarto trasero de pollo, el hueso de jamón, el hueso de ternera y el tocino y cubrir con 3 litros de agua. Añadir un poco de sal y poner a calentar a fuego medio-alto. Dejar cocinar a fuego medio durante 3 horas o hasta que los garbanzos estén tiernos, teniendo cuidado de retirar durante toda la cocción la espuma que vaya saliendo.
3
Treinta minutos antes de finalizar la cocción de los garbanzos, introducir en la olla las verduras, y, pasados 15 minutos, introducir el chorizo y la morcilla.
4
Transcurrido el tiempo sacar los garbanzos, las verduras y las carnes. Colocar en distintos recipientes.
5
Para el repollo, sofreír el ajo, agregar el pimentón y rehogar 1 minuto. Incorporar el repollo cortado en tiras y sin el tronco, añadir sal y servir con los garbanzos.
6
Para la sopa, colar el caldo de cocción, rectificar de sal, poner en el fuego hasta que hierva, añadir los fideos y cocinar 3-5 min.
7
Nosotros, solemos servir el cocido separando las elaboraciones. Por un lado, un buen plato de sopa, a continuación, los deliciosos garbanzos Luengo con el acompañamiento de repollo y, por último, las verduras y las carnes. Si lo deseas también puedes servir aparte un picadillo elaborado con tomate, cebolla y cilantro aliñado con aceite, vinagre y sal que aportará una gran frescura a esta receta.