Quizás no viste a esta legumbre en tu infancia más que de refilón. Es hora de darles un nuevo vistazo y…no, no hace falta que te compres una olla exprés (si no quieres).
¿Eres foodie? Te encanta meterte con las sartenes, investigar, te consideras “cocinillas” y, en las cañas de los domingos, puedes dar una charla de diez minutos sobre las propiedades del brócoli. Pero, amigo mío, como la comida de mamá, de cuando eras un mocoso… como eso no hay nada. Como mínimo una vez a la semana había lentejas para comer. Si te gustaban era genial, porque pocas cosas había comparables al chup-chup y el aroma y sabor de uno de esos platos “de los de toda la vida”.
¿Eras reaci@ y no te creías eso de que eran buenas, porque tenían mucho hierro, pero tú no lo veías por ningún sitio? Entonces te tocaba una lucha interminable, a brazo partido, que siempre perdías: “si no las tomas para comer, las tomas para cenar. Y, si no, para desayunar”. Vale, vale. No removamos el pasado. Has crecido y has evolucionado, ahora eres modern@ y las lentejas son algo que sólo pruebas cuando vas al pueblo, porque tú no te atreves a hacerlas por tu cuenta.
¡Ay, alma cándida! Como se entere tu madre… La tradición está genial. Esos platos “de siempre” forman parte de nosotros, son baratos, sanos y hasta te traen recuerdos. Pero, entre el trabajo, las prisas y que es más cómodo y cool pillar algo para llevar, no le prestas mucha atención a un plato de cuchara, ¿verdad? ¡Gran error! ¿O es que no has oído hablar del fast good?
Cómo cocinar lentejas
El llevar prisa no significa que tengas que comer cualquier cosa y de cualquier manera, puedes comer de manera saludable, con muy poco esfuerzo. Además, las lentejas no son territorio exclusivo de los pucheros. Y tampoco es imprescindible la cuchara. Puedes tomar lentejas en ensaladas (de verdad, no te mentimos), tanto frías como templadas. Parece una locura, pero te animamos a probar y, si tienes invitados y les avisas de que hay lentejas, los vas a dejar a cuadros con algo que no esperarían en la vida. Tu leyenda como maestro de los fogones no tendrá límite.
Y no se queda ahí la cosa. Hay cientos de recetas de lentejas, con ellas puedes hacer platos ideales para comer y cenar, ligeros y con un toque exótico. Desde hamburguesas y albóndigas hasta tacos y pitas de lentejas. Los partidos de fútbol, con amigos en casa, no volverán a ser iguales. ¿Quién quiere pizza, cuando puedes ser el rey de la Champions en la cocina?
Entendemos que quieres mucho a tu madre. Si quieres que te haga las lentejas como cuando eras peque, porque te gustan más que nada en el mundo y sabes que le hace ilusión… perfecto. Pero puedes quedar como un rey con ella: si no te aclaras con la olla rápida, o te parece que hacerlas al modo “tradicional” es un peñazo ¡prueba con un tarro de lentejas ya cocidas!
Abrir, añadirlas el sofrito y el complemento que quieras y un poco de caldo o agua. Es el mimo planto vintage de tu infancia, pero las tendrás a punto en la mitad de tiempo y a tu madre se le saltarán lagrimones de alegría como peras de agua. Si, además, le sirves uno de estos platos innovadores que te proponemos… serás hijo del año. No tengas miedo, pequeño saltamontes. Las posibilidades de las lentejas, como las de casi todas las legumbres, son infinitas. ¡Abre tu mente!