Cocinar un paquete de garbanzos y aprovecharlo toda la semana

Cocinar un paquete de garbanzos y aprovecharlo toda la semana

La vida sería maravillosa si fuera tal cual nos la venden en los anuncios, pero la realidad está ahí cada día para devolvernos los pies a la tierra. Por mucho que se empeñen en lanzar idílicos mensajes, los ritmos acelerados del día a día apenas nos dejan llegar a todo. Pero, ¿es eso una excusa para no comer bien? ¡Ni mucho menos! Lo importante es llevar a cabo una buena y efectiva organización.

Entre las muchas razones que tenemos para comer legumbres no podemos olvidar ese gran poder nutritivo que las hace perfectas para incluir en nuestros menús cotidianos. Si todavía crees que dan mucho trabajo o que comer legumbres es aburrido, hoy te queremos demostrar todo lo que puede dar de sí un solo paquete de garbanzos. ¿Te animas a aprovecharlos toda la semana?

Lo que cocines hoy lo disfrutarás mañana

Nos encantan las legumbres cocidas listas para abrir y usar o tomar en el momento, siempre nos sacan de un apuro y ni si quiera hay que encender los fogones. Pero tampoco podemos olvidarnos del formato de siempre, las legumbres secas de toda la vida como las cocinaba tu abuela.

No hay que tenerles miedo: conociendo el tiempo de remojo y cocción de las legumbres es facilísimo dominarlas en la cocina, y casi que se preparan solas. Lo único que necesitas es una pizca de organización y dedicarles el mimo que necesitan, sin duda el resultado merece mucho la pena.

Si el domingo planificas los menús de toda la familia ya no tendrás que preocuparte más por que todo el mundo coma bien el resto de la semana. Aprovecha por ejemplo para cocinar un paquete entero de garbanzos; tardarás lo mismo en preparar 1 kilo que 200 g, y podrás sacarle muchísimo más partido. ¡Y sin tener que repetir platos!

Recetas con garbanzos para un menú semanal completo y variado

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Ya sabes, lo primero es dejar a remojo los garbanzos como mínimo unas cuatro horas, aunque lo ideal sería toda la noche. Utiliza el triple de agua fría y un recipiente bien grande porque triplicarán su tamaño. Puedes añadir un poco de bicarbonato, los dejará más tiernos.

Para cocinarlos desecha ese agua y ponlos en una olla grande con caldo o agua limpia, un poco de sal, un chorrito de aceite de oliva y, si quieres, algo de perejil. Puedes cocerlos también con verduras para darles más sabor, incluso aprovechar los restos que te hayan sobrado de otras recetas (¡aquí no se tira nada!). Haz como tu abuela y deja la olla a fuego lento, tapada, con su chup-chup, durante unos 90 minutos.

¡Ya tienes tus garbanzos! Ahora puedes empezar a organizar tus menús con un montón de platos diferentes. Empieza por ejemplo con una buena ración de hummus casero que podéis tomar para la cena o para el aperitivo del fin de semana. ¡Pero procura que sobre! Con el hummus también puedes preparar al día siguiente unas deliciosas fajitas o aliñar una ensalada de canónigos.

Para que te sea mucho más fácil planificarte, aquí tienes un buen surtido de recetas con garbanzos con las que te aseguramos que no acabaréis aburridos de las legumbres al final de la semana.

  • Sopas y guisos. A los garbanzos les va muy bien el cuchareo y son estupendos para dejar preparados con antelación. Serás la envidia de la oficina cuando saques un tupper con un sabroso guisito de garbanzos con langostinos o un plato tradicional reinventado como el potaje vegetariano de los hermanos Torres. O imagina también el lujo del volver del trabajo y que te esté esperando algo tan reconfortante como una sopa de cebolla.
  • Salteados con un toque. El garbanzo aguanta muy bien la sartén y es capaz de absorber muchos aromas cuando lo salteamos, manteniendo su textura sin romperse. Anímate a dar más vidilla a tus menús con sabores orientales, por ejemplo con unos garbanzos salteados con pulpo al curry, o los garbanzos exóticos de con los que nos seduce Robinfood.
  • Ensaladas muy completas. ¿Quién dijo que solo son para el verano? La ventaja de las ensaladas es que admiten casi de todo y pueden ser platos completísimos que no necesitan recalentarse. Una receta como la ensalada de garbanzos y verduras con salsa romesco se prepara en un pispás y se puede tomar también templada. El Comidista proponen una versión con aires árabes también muy apetecible.
  • Fingerfood y snacks. El picoteo entre horas también puede ser muy sano, ¡que se lo digan a nuestros garbanzos especiados! Un snack tan original y versátil que no deja a nadie indiferente, ideal para reponer fuerzas sobre la marcha. Porque los garbanzos no hay que tomarlos siempre con mesa y mantel, también admiten preparaciones de fingerfood como los rollitos vietnamitas para tomar en cualquier parte.
  • Dulces sorprendentes. Si eres de los que no perdona el postre estás de enhorabuena, los garbanzos también pueden protagonizar tu momento dulce del día. Con la legumbre ya cocida es rapídisimo preparar unas galletas veganas con chips de chocolate o un irresistible brownie, tan suculento que nadie en casa se creerá que es súper saludable.

Ha quedado claro que detrás de un aparentemente humilde paquete de legumbres se esconde todo un universo de sabores y platos diferentes. Estas recetas son solo una muestra de todo lo que puede dar de sí una buena ración de garbanzos cocinados en casa, ¿te animas a darles tu toque creando tus propias recetas?