La obligación de quedarnos en casa estos días, está agudizando el ingenio de las familias para entretener a los más pequeños. La mayoría encuentra fórmulas para sacar provecho a este tiempo, sin pasar por la tentación de dejarles frente al televisor o la Tablet.
Nuestra propuesta es que involucréis a los peques en las tareas cotidianas. Por ejemplo, a la hora de planificar el menú de la semana, contar con sus preferencias sin dejar de lado sus necesidades nutricionales. Es un equilibrio a veces difícil, pero podría acabar con las peleas de los «no me gusta», «siempre comemos lo mismo», etc.
Uno de los alimentos que hay que incluir, al menos dos o tres veces a la semana, son las legumbres, y siempre de la mejor calidad posible. Poseen unas propiedades nutritivas más que comprobadas. Además de ser una fuente de fibra, si las tomamos en cantidad suficiente, podemos jugar con el consumo de carnes, combinando ambas, por su alto contenido en proteínas vegetales.
Hay niños que no tienen problema en probar alimentos nuevos. Sin embargo, los hay que ponen muy difícil la introducción de nuevos sabores. Las legumbres pueden ponernos en esa última tesitura. Lo que recomiendan los expertos, sobre todo en estos casos, es hacerles partícipes de la elaboración del plato.
Os sugerimos la preparación, entre todos, de unas divertidas y sabrosas hamburguesas de lentejas. Esta receta también es ideal para vegetarianos, pues no lleva nada de carne. La elección de una buena materia prima es fundamental. Para este plato, utilizaremos la lenteja pardina seca, pero cualquier variedad de lentejas de Legumbres Luengo es perfecta.
Utilizaremos unos 150 gramos de legumbre (aproximadamente 375 gramos una vez cocidas y escurridas o si hemos preferido la variedad en conserva) por hamburguesa. Para empezar, coceremos las lentejas con un poco de sal y un toque de pimentón dulce. Una vez cocinadas, las escurrimos muy bien y las dejamos entibiar. Mientras tanto, picaremos, todo lo fino que podamos para que no nos encontremos trocitos, cebolla, ajo y pimiento rojo.
A continuación, mezclaremos todo en un recipiente y añadiremos una cucharada de avena por cada hamburguesa que vayamos a cocinar, un poco de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal.
Una vez tengamos todo hecho, los niños pueden ayudar a preparar la masa y moldear las hamburguesas. Podemos darle un toque divertido a la presentación si utilizamos, por ejemplo, moldes de galleta o si las hacemos mini, para que a los más pequeños les resulten más atractivas y descubran la parte divertida de cocinar.
Cuando tengamos la forma, las cocinaremos en la plancha como haríamos con las tradicionales de carne. Una vez hecho esto, procedemos a emplatarlas como queramos, bien de la forma tradicional, con pan, queso en lonchas, algo de lechuga y tomate frescos, o solas en el plato con la guarnición que más nos guste.
Es una manera curiosa de comer lentejas y es un plato ideal para cualquier estación del año. Además, puede ser el truco para que algún adulto reticente a las legumbres se rinda. Ahora os toca probar a vosotros.