El colesterol, en niveles muy elevados, está asociado a enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de mortalidad. Bajar el colesterol es, por tanto, una necesidad; ya que supone uno de los principales factores de riesgo en estas afecciones; con el añadido, además, de que sus altos niveles no producen síntomas, por lo que solo pueden ser detectados a través de un análisis de sangre.
Una dieta saludable y un estilo de vida que incluya actividad física son las principales herramientas para mantener a raya al colesterol y prever enfermedades cardiovasculares. Y en esto, las legumbres tienen mucho que decir…
El colesterol no es siempre malo
Pero, ¿qué es el colesterol?
A pesar de su “mala fama”, el colesterol es una sustancia necesaria en nuestro cuerpo para garantizar su funcionamiento y que se puedan formar células sanas. El problema surge cuando los niveles de este componente se elevan, ya que provocan que se formen depósitos de grasa en los vasos sanguíneos, aumentando las probabilidades de afectaciones cardiovasculares.
Es necesario, además, distinguir entre dos tipos de colesterol
– El colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad), apodado como “bueno”. Si bien tampoco debe estar presentes en cantidades muy elevadas, tiene una función positiva en su circulación por el torrente sanguíneo ya que ayuda a eliminar otras formas de colesterol.
– El colesterol LDL o “malo”, constituido por esa sustancia cerosa que se deposita en la pared de los vasos sanguíneos (al contrario que el anterior), formando placas que pueden llegar a obstruirlos.
Factores que influyen en los niveles de colesterol
Un colesterol elevado puede tener múltiples causas:
- Algunas en las que no podemos intervenir
- Factores genéticos, que determinan tanto la cantidad de colesterol que se fabrica en nuestro cuerpo como la rapidez con la que se elimina
- Edad y sexo, también determinan los valores de colesterol en nuestro cuerpo: aumentan desde los 20 años y, dependiendo de si es hombre o mujer, alcanzan sus picos más elevandos en diferentes décadas.
- Algunas que sí permiten de intervención directa
- La dieta: la ingesta de grasas saturadas o ácidos grasos “trans”(presentes en alimentos elaborados con grasas hidrogenadas) van a tener un efecto inmediato en la elevación del colesterol en sangre.
- El estilo de vida: elementos como el sobrepeso o la falta de actividad física contribuyen a niveles elevados de colesterol.
Legumbres y bajar el colesterol
El mantenimiento de una dieta saludable es elemento indispensable para conseguir unos niveles de colesterol adecuado. Y, para ello, es innegociable una presencia importante de legumbres porque
- Comer legumbres con frecuencia reduce un 14% el riesgo de infarto y angina
- Incluir legumbres en la dieta diaria reduce hasta en un 5% los niveles de colesterol malo
Y esto no solo lo decimos nosotros. Si no que diversos estudios de expertos de Harvard, o publicaciones como el American Journal of Clinical Nutrition apuntan claramente en esta dirección.
El hecho es que las legumbres son ricas en proteínas (de origen vegetal), fibra, vitaminas del grupo B, hierro, ácido fólico, calcio, potasio, fósforo y zinc. De entre todos estos nutrientes, su alto aporte de fibra, que además es soluble, es una de las principales razones que las convierte en alimentos indispensables a la hora de bajar el colesterol.
Beneficios más allá de bajar el colesterol
Solo el potencial que muestran las legumbres para bajar el colesterol las hace súper atractivas para incluirlas en una dieta diaria variada y saludable. Pero, además, favorecerán múltiples beneficios adicionales como
- Una buena salud ósea
- Contribuir a la pérdida de peso
- Aumentar la salud muscular
Una vez expuestos los datos, toca pasar a la acción: ¿cuándo vuelves a tomar legumbres para cuidarte?