Nada sienta mejor en estos días grises de invierno que un buen potaje, y si es casero y hecho con amor ¡mucho más! Los garbanzos con espinacas son imprescindibles en cualquier repertorio de recetas que se precie, un básico, un fondo de armario culinario que no puede faltar.
Un plato tradicional de la tierra, muy típico y característico de la Pascua, aunque a día de hoy se consume en cualquier momento del año. En cada casa y región se hace de una forma, algunos más caldosos, otros con huevo, sin bacalao o con él… Y da gusto ver como hay tradiciones gastronómicas y trucos únicos que se trasladan de generación en generación hasta llegar a nuestros días. Un lujo poder disfrutar de este plato típico con legumbres, verdura y pescado. Las espinacas son una poderosa fuente de vitaminas, sobre todo del grupo K, hierro y calcio. Y junto con el omega 3 del bacalao y las proteínas y minerales de los garbanzos este plato se convierte en una bomba de salud.
Si quieres hacer un potaje express puedes utilizar garbanzos ya cocidos para saltarte de un plumazo el tiempo de remojo y cocción de los mismos. Aunque nosotros preferimos seguir la forma clásica de prepararlos. Si estás a medio camino entre la tradición y la falta de tiempo, otro truco que te va a venir de maravilla es poner las legumbres en remojo, una vez estén hidratadas puedes guardarlas en varias bolsitas de congelación y conservarlas todo el tiempo que quieras en el congelador sin que pierdan ninguna de sus propiedades. De esta manera estarán listas para echarlas a la cazuela en el momento que más te convenga, ya sea para este guiso calentito o en el momento que vayas a hacer ese deseado cocido casero para amigos o familia.
No dejes de preparar esta receta, reconfortante y súper sabrosa, legado de nuestra tradición gastronómica.
Receta de Garbanzos con espinacas y bacalao
- 120 min
- Dificultad baja
- 4 comensales
Ingredientes
300 g de garbanzos Origen Luengo
100 g de espinacas
1 cebolla
1 puerro
3 dientes de ajo
4 cucharadas de tomate frito
2 huevos cocidos
250 g de migas de bacalao desalado
1 hoja de laurel
Aceite de oliva
Sal