Variedades de legumbres para todos los gustos
En España disfrutamos de una gastronomía muy variada con especialidades en cada región, pero si hay algo que no falta en nigún rincón del país son los platos de legumbres. Su historia se remonta a las antiguas civilizaciones y desde entonces nunca han faltado en nuestra mesa, aunque nos habíamos vuelto un poco remolones con ellas. Ahora están viviendo una nueva juventud con la vuelta de los platos de toda la vida y propuestas más actuales, saludables y divertidas. ¡Dan mucho juego en la cocina! Ya sabes cuáles son los principales tipos de legumbres que usamos en nuestra cocina pero, ¿conoces todas sus variedades? ¿Quieres cocinar alubias y no sabes si elegir unas carillas o unas pintas? Toma nota y descubre las diferentes variedades de legumbres Luengo.
Garbanzos, mucho más que cocido
Son protagonistas de potajes y cocidos, pero al igual que hay muchos tipos de cocido, también podemos usar distintas variedades de garbanzos. Gustan en platos de cuchara de cocciones largas porque conservan bien su forma sin romperse, y por eso también se pueden saltear y freír o usar en platos fríos como ensaladas. Horneado es un snack proteico veggie perfecto para deportistas y dietas fitness.
Su textura cremosa y espesa al triturarlos los hacen ideales para preparar hummus, falafel y otras recetas exóticas y vegetarianas. Incluso se están poniendo de moda para preparar postres, gracias al sabor neutro que se adapta a cualquier preparación. Los principales tipos de garbanzos son:
• Castellano. El que hay que tener siempre en la despensa, versátil y adaptable a cualquier plato. Su tamaño medio y fácil cocción lo convierten en el más popular, ¡vale para todo! Dentro de esta variedad encontramos uno reconocido con la Indicación Geográfica Protegida, el garbanzo de Fuentesaúco. Con un tamaño medio, conserva siempre su forma con una piel muy delicada y tiene una textura mantecosa que convierte los platos tradicionales en bocados gourmet.
• Lechoso. De color pálido y tamaño grande, es muy tierno y con una piel fina que casi se deshace en la boca. Absorbe de maravilla los sabores de caldos y guisos con cuerpo, por eso es ideal para platos de cuchara. También es estupendo para hacer salsas y hummus de textura fina y suave.
• Pedrosillano. Redondeado y pequeño, con un sabor más pronunciado y muy apreciado por los paladares más exigentes. Aguanta largas cocciones sin romperse y la piel fina no se desprende, por eso queda de lujo en platos elegantes y caldos ligeros, también se pueden saltear y freír o usar en platos fríos como ensaladas. Horneado es un snack proteico veggie perfecto para deportistas y dietas fitness.
Lentejas pequeñas, grandes legumbres
Gracias a que son más pequeñas y que tienen una piel más fina, son perfectas para cocinar platos rápidos para toda la familia, especialmente con niños. Su tiempo de cocción es más corto y además, se trituran muy bien para hacer cremas y purés suaves. Más digestivas que otras legumbres y con mucha fibra, dan mucho juego combinadas con especias y convertidas en dips o untables al estilo de la cocina india.
• Castellana. De color y aspecto inconfundible, esta lenteja cuece sin problemas con lo que le echen, estrella de potajes con sacramentos o viudos, no queda nunca sosa pues tiene un gran sabor. Aguanta bien las cocciones y le sientan de maravilla los reposos.
• Pardina. Más pequeña y fina al paladar, es más apreciada en platos más delicados. Es la que se consume en el norte de España guisada con cerdo. Perfecta para para ensaladas o recetas vegetarianas, como relleno de verduras y pasteles salados. También pardina es la Lenteja de Tierra de Campos. De calidad excepcional y larga tradición reconocida por la Indicación Geográfica Protegida. Pequeña, fina y delicada, su textura es cremosa sin llegar a deshacerse, un lujo en cualquier mesa.
• Verdina. Una lenteja gourmet de color verdoso, piel muy fina y exquisita de sabor. Es la favorita de los grandes chefs porque conserva bien su bonita forma después de cocerse, por eso se usa como si fuera caviar aderezando todo tipo de platos. Muy sabrosa en frío y templada también para ensaladas.
• Rápidas y Peladas. Pese a no ser variedades como tal, ya que son lentejas de las variedades antes citadas, no queríamos olvidarnos de ellas, pues nos hacen la vida mucho más fácil. Son las aliadas de los que cocinan con prisas, ¡cuecen en apenas unos minutos! Y la pelada destaca por su fácil digestión.
Alubias, platos de colores
Habichuelas, frijoles, habas, judías… tienen muchos nombres y muchísimas variedades de todos los tamaños y colores. Cada región tiene su plato tradicional, desde contundentes platos de cuchara hasta ensaladas veraniegas. Su gran contenido nutritivo las ha puesto de moda como ingrediente de platos vegetarianos, por ejemplo en hamburguesas y se adaptan a sabores de inspiración exótica.
• Blanca larga selecta. Alubia “de batalla” que sirve para un roto y para un descosido. Firme, brillante y recta, lo mismo te alegra un plato de cuchara con embutidos que será tu aliada en ensaladas ligeras de verano.
• Planchada. Soporta sin romperse altas temperaturas y largas cocciones, perfecta para guisos y estofados con sustancia. Es muy apreciada para platos marineros, por ejemplo con almejas o gambas, ya que además tiene una textura suave equilibrada.
• Carilla. Pequeña y redondeada, cuece más rápido y por eso es ideal para hacer guarniciones o ensaladas templadas. Es muy aromática por sí sola y por eso va genial para enriquecer sopas y guisos de verduras.
• Negrita. Muy llamativa por su color negro pero delicada al paladar. Tiene más fécula, eso la hace más cremosa y sustanciosa, perfecta para guisos espesos y reconfortantes.
• Pinta. De las mejores para marcarse un plato de cuchara de ovación. Se vuelve oscura al cocerse, ofreciendo un caldo oscuro, espeso y sabrosísimo. Es de las preferidas para hacer platos reconfortantes y aromáticos, acompañando bien tanto verduras como carnes.
• Palmeña. La alubia palmeña es de color vino con pintitas rosadas, su grano mediano y alargado es tremendamente fácil de guisar y una vez cocinada se consigue un caldo trabado y sabroso. ¿Apetece un buen potajito?
• Roja. Esta variedad es muy versatil y colorida. Ricas en antioxidantes son deliciosas para elaborar platos vegetarianos como veggie burgers.
Platos tradicionales con lo mejor de la tierra
En este mundo globalizado se nos estaba olvidando la importancia de los productos locales en temporada. Por suerte, cada vez más buscamos volver al origen de la tierra, a reivindicar la calidad de productos muy nuestros. España tiene una larga tradición de cultivo de legumbres y eso se traduce en una materia prima de excepción.
Por eso la gama Origen es una apuesta por preservar legumbres autóctonas de valor reconocido, muy apreciadas por sus cualidades gastronómicas directamente ligadas a la propia tierra de cultivo. En Castilla y León dominan como nadie el arte de las legumbres, gracias a un trabajo de siglos respetando el producto y el entorno. El Garbanzo de Fuentesaúco, la Lenteja Pardina de Tierra de Campos y la Alubia de La Bañeza-León, son el fruto de una labor histórica que ha sido reconocida con sellos de calidad que garantizan su origen.
Y amparadas bajo el sello de CAECyL (Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León, puedes disfrutar de la gama Ecológica. Alubias, garbanzos y lentejas en formato seco o cocido que siguen los preceptos ecológicos desde el campo hasta tu mesa.
Las legumbres son maravillosamente versátiles y agradecidas, pero si el producto es de primera calidad, el resultado final se nota. Ya lo sabía tu abuela, las legumbres son uno de nuestros tesoros más preciados, en el campo y en la mesa, y el único secreto para triunfar con ellas es apostar por la mejor variedad en cada plato. Y tú, ¿cuántas variedades de legumbres has probado ya?