Carnaval en la cocina: trampantojo de legumbres

Navidades, Semana Santa, Día de Todos los Santos… No hay festividad que no tenga su reflejo en la cocina, con platos típicos que suelen beber de la tradición.

Los Carnavales no podían ser menos y van asociados a una larga lista de recetas que nos acompañan año tras año: filloas, orejas, tortitas de calabaza, coca de chicharroes, leche frita, pestiños, inicio de la temporada de torrijas, y un largo etcétara que nos recuerdan que es momento de reír, desinhibirse y, por qué no, ¡disfrazarse de cualquier otra cosa durante algunos días!

¿Y si en la cocina hacemos lo mismo?

 

La técnica de cocina ideal para estas fechas: el trampantojo

Estrictamente, un trampantojo es -según define RAE– una “trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es”. Al fin y al cabo, una ilusión óptica o juego visual cuya aplicación principal viene del mundo del arte.

En la pintura o arquitectura no pocas veces se han usado trampantojos para hacer creer al espectador que lo que está viendo es algo diferente de lo que hay en realidad: Por ejemplo, puertas que están ocultas o que sí se ven pero no son; columnas que son pinturas; texturas diferentes, etc.

También el ámbito de la gastronomía ha adoptado esta técnica como una forma de jugar con la percepción y los sentidos, al identificar un plato o ingrediente que, al probarlo, se descubre como otra cosa totalmente diferente ¡y no por ello menos deliciosa!

 

Grandes trampantojos de cocina

Grandes y reconocidos cocineros trabajan esta técnica como manera de sorprender a sus comensales. Hay muchos ejemplos, pero destacamos tres…

 

  • De aperitivo, las olivas negras de Francis Paniego: unas brillantes aceitunas negras que, en realidad son unas esferas de queso, anchoa y pimiento rojo, envueltas en un baño de gelatina de aceituna.
  • Para seguir, un tomate de Dani García, que más que tomate es una brandada de bacalao que imita su forma y está bañada en una gelatina de tomate que le da el característico color rojo.
  • Para terminar podemos proponer el tataki de atún rojo del cocinero vasco Iker Erauzin; aunque suene raro como postre, la verdad es que se basa en una combinación de frutas de verano como el melón, la sandía y la mora.

 

Trampantojos en la cocina casera

Aunque los platos anteriores pueden sonar de ciencia ficción, hay propuestas sencillas al alcance de cualquier cocina que se precie. Por eso os animamos a inspiraros en el Carnaval  y apostar por una receta al alcance de todos, en la que las legumbres son las protagonistas ¡aunque no lo parezca!

Son los Nuggets de no pollo, que tienen como base los garbanzos y las verduras pero “disfrazados”. Una propuesta divertida y sabrosa que además, puede cocinarse en el horno en vez de frita para un extra de matiz saludable.