Ajenos a modas y versátiles como ninguno, los garbanzos son protagonistas de la dieta mediterránea desde hace miles de años. Pero, lejos de quedarse atrás o encorsetados en la cocina más tradicional, estos tesoros nutricionales son capaces de protagonizar recetas innovadoras y diferentes que les dan aún un lugar más protagonista en la cocina.
¿Qué es lo que tienes que saber para amar los garbanzos? Un poquito de su historia, los innumerables beneficios que nos aportan, unos cuantos trucos para cocinarlos a la perfección y ¡muchas ideas para que sean los protagonistas de tus platos!
El origen de los garbanzos y su cultivo
Establecer un origen concreto de esta legumbre no es tarea fácil; pero sí se cree que su aparición como cultivo data de la Edad de Bronce en la región de Oriente Próximo y Medio. Lo que es indiscutible es que han sido parte de la dieta mediterránea desde hace siglos (y milenios); de hecho, se han encontrado en tumbas faraónicas y se sabe que los romanos lo incluían como parte de su dieta.
Y aun con esa historia a sus espaldas, siguen siendo un poco desconocidos. Por ejemplo, no es muy habitual saber que la planta de la que nacen es ¡un arbusto! O que su ciclo de cultivo es de unos 100 días y se hace, principalmente, durante los meses más fríos en el invierno puesto que resisten especialmente bien las bajas temperaturas.
Como resulta habitual en las legumbres, su producción requiere de mucha menos agua que el de otros cultivos; pero, en el caso del garbanzo, ese ahorro es aún más significativo.
Esta adaptabilidad al clima y su menor necesidad de agua hace que, actualmente, los garbanzos se cultiven en todo el mundo, desde el sur de Europa hasta la India. De hecho, España es uno de los principales productores dentro de nuestro continente.
Propiedades y beneficios
Los garbanzos son una fuente abundante de nutrientes esenciales. Son ricos en proteínas, fibra, vitaminas (como la vitamina B6 y ácido fólico) y minerales (incluyendo hierro, magnesio y potasio). Su contenido de fibra contribuye a una digestión saludable y puede ayudar a controlar el apetito, lo que los convierte en un aliado para mantener un peso saludable.
Todas estas propiedades hacen de los garbanzos un súper alimento en toda regla; pero, además, contribuyen a beneficios concretos para nuestra salud:
- Salud del corazón: los garbanzos son bajos en grasas saturadas y ricos en ácidos grasos insaturados, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Control de peso: la combinación de proteínas y fibra en los garbanzos tiene un efecto saciante y ayuda a mantenernos llenos y satisfechos; lo que puede contribuir como aliado al control del peso.
- Regulación del azúcar en sangre: la fibra y los nutrientes de los garbanzos pueden ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en sangre. De hecho, estudios ratifican que su inclusión en la dieta puede beneficiar a pacientes de Diabetes tanto de tipo 1 como 2.
- Salud digestiva: La fibra promueve una digestión saludable y puede prevenir el estreñimiento.
Trucos para cocinar garbanzos
Cocinar garbanzos de manera perfecta es esencial para aprovechar su sabor y textura al máximo. Algunos trucos útiles pueden ser:
- Remojo adecuado: antes de cocinar los garbanzos, es recomendable remojarlos durante al menos 8 horas o toda la noche en agua. Agregar una pizca de bicarbonato de sodio al agua de remojo puede ayudar a ablandar la piel de los garbanzos y reducir el tiempo de cocción.
- Agua templada: después del remojo, pon a cocer los garbanzos iniciando el proceso con agua templada, para evitar que su piel se endurezca y se minimice la pérdida de nutrientes.
- Cocción lenta: cocina los garbanzos sin prisa. Esto permite que se cocinen de manera uniforme y absorban bien los sabores de los ingredientes con los que se cocinen. Para no tener dudas, ¡ayúdate de nuestra Calculadora de cocción!
- Evita la sal al principio: No añadas sal al agua de cocción al principio, ya que puede endurecer los garbanzos. Añade la sal al final de la cocción o cuando estés preparando el plato.
Ideas para sacar el máximo partido a los garbanzos
Si al pensar en garbanzos solo te vienen a la cabeza platos como el cocido (montañés, madrileño, maragato, gallego…), el puchero o potaje… ¡esto te interesa!
Esos platos tradicionales con garbanzos son siempre bien recibidos, especialmente ahora que vamos de camino a la etapa más fría del año. Pero, lo cierto, es que los garbanzos ofrecen una versatilidad alucinante gracias a la que pueden ser protagonistas de platos mucho más ligeros e, incluso, de postres.
Desde aperitivos con un toque innovador como un hummus o un queso vegano de garbanzos, pasando por una crema calentita de garbanzos; disfrutando de una ensalada de invierno, o poniendo un toque dulce con un bizcocho esponjoso…
Todas estas ideas están protagonizadas por los garbanzos: ¡no hay excusa para no convertirlos en un imprescindible!